domingo, 16 de noviembre de 2014

Betanzos y su precioso parque del Pasatiempo

Cuatro puertas y un postigo, todas ellas del siglo XV, daban acceso a la ciudad. La llamada puerta de la villa fue derribada en 1872 para ensanchar la entrada a la villa.
Iglesia de San Francisco

La Puerta del Puente Nuevo, la de la Rivera o del Cristo y la del Puente Viejo aún se conservan.
El postigo que estaba en el lugar llamado "del Hórreo", aún existía a mediados del siglo XVIII

Fachada original de vivienda


Santa María de Azogue

Revitalizada la ciudad con la llegada del ferrocarril a principios del siglo XX, la ciudad continua siendo un referente turístico de la comarca y provincia de la Coruña, siendo así, que en 1970 su casco antiguo fue declarado patrimonio Histórico Artístico
Nosotros fuimos a Betanzos por la expectación que causa la tortilla de patata (este ganó el XIII campeonato de España). Y es que, no sé si bien merecido o no (tendríais que probar la mía) este pueblo ha ganado en numerosas ocasiones en varios de sus restaurantes, el premio a la mejor tortilla de patata a nivel provincial e incluso nacional.
El caso es que, una vez allí, Betanzos nos enamoró por sus calles, soportales y locales gastronómicos. Casualmente, al ser sábado, había mercadillo, el cual es muy grande con mucha variedad de productos autóctonos y artículos de toda clase.












Una de las calles emblemáticas de la ciudad

Lavadero público fundado por los hermanos García Naviera




































Tendedero del lavadero

En Galicia, por lo que llevo observando en el tiempo que llevo viviendo aquí, aún se conservan multitud de lavaderos antiguos.
En el de Betanzos es muy fácil imaginar a las mujeres del pueblo lavando y tendiendo la ropa, porque está muy bien conservado, (igual siguen con esa tradición porque incluso había ropa tendida)




entrada al parque del pasatiempo


























Pero si hay algo de lo que nos enamoramos más que de la tortilla, (que sí, que estaba buena) fue de el parque del Pasatiempo.
Un lugar en el que te transportas, no sé si a otro siglo, o a otro lugar del la Tierra, o a otra dimensión. Porque es muy difícil describir las sensaciones que tiene uno allí. Además, teniendo en cuenta que apenas hay visitantes, (no sé porqué, pero es algo que me pasa en muchos sitios por Galicia, ya sean castros, museos, o parque, creo que la gente en general, hace otro tipo de turismo). Pero en fin, mejor. El estar casi solos en ese lugar todavía le da más encanto.

Parte moderna del parque del pasatiempo

Tiene una parte moderna y la parte antigua.
Se empezó a construir en 1893 y se concluyó en 1914 a instancias del benefactor Juan García Naviera nacido en Betanzos y que emigró a Argentina y que junto a su hermano fundaron multitud de obras de caridad a principios del siglo XX.













Fue una iniciativa novedosa precursora de los actuales parques temáticos. Hay jardines, estanques, paseos....estatuas, relieves y construcciones que buscaban reflejar lugares y hechos de todo el mundo, llegando a denominarse parque enciclopédico al servicio de la Ilustración del pueblo de Betanzos y sus visitantes, que figuraban en las guías de viaje de la época.
Existe un laberinto vegetal, un invernadero, numerosas estatuas entre las que destacaban la de los hermanos García Naviera, situada hoy en día en la Plaza principal de Betanzos.
En la parte alta hay escalinatas con pasos subterráneos e imitaciones de grutas prehistóricas, conservándose hoy día las figuras de dos dinosaurios.
También hay miradores de la ciudad.

Antiguamente había un zoológico que desapareció.
Cuando murió Juan García en 1933 empezó la decadencia del parque y su posterior deterioro tras convertirse tras la Guerra Civil en un campo de concentración para prisioneros republicanos, siendo abandonado en la posguerra y fue objeto de actos vandálicos y expolio durante años
En los años 40 una carretera atravesó el parque, quedando dividido a un lado los jardines y a otro las edificaciones. El jardín fue reconvertido en huertas y depósito de escombros, lo que terminó por estropear las estatuas, estructuras y relieves
En 1986, el ayuntamiento compró el parque para iniciar su reconstrucción. Hoy día está bastante bien aunque aún le queda mucho por recorrer, pero merece la pena poder caminar por este parque que parece que pervive el espíritu de su fundador.


domingo, 31 de agosto de 2014

Festival de Cans



Antes de que el Festival de Cans existiera, no eran pocos los que fantaseaban con él. Cada año, al acercarse mayo y ocupar el paseo de La Croisette la sección cultural de los telediarios, alguien hacía la broma de que ya había comenzado el Festival de Can(ne)s. Algunos de ellos estaban entre los que crearon a mediados del 2003 en Porriño la Asociación cultural Arela. Y la misma idea rondaba la cabeza de Alfonso Pato, que además de creador audiovisual y guionista es vecino de Cans. Asi que, las conversaciones de bar cuajaron en un festival de verdad, para lo cual Arela tenía el equipo y Pato el concepto.


Allá por 2004 se inauguraba la primera edición del festival de cine en Cans (Porriño, Pontevedra).
Este 2014 del 21 al 24 de mayo allí estábamos nosotros para ver de primera mano los entresijos de este festival que no tiene nada que envidiar a cualquier otro.
alfombra roja
En el festival se proyectan los mejores cortometrajes gallegos. También hay estrenos de documentales y largometrajes, concurso de videoclips, coloquios con cineastas, conciertos, desfiles de chimpines, senderismo y todo tipo de actividades. Siempre coincide en la fecha con su hermano mayor (el Festival de Cannes). Aqui se derrocha diversión, naturalidad y agroglamur.
Este año se estrenaba el documental de la vida de Antonio Vega, con la participación en un coloquio después de su directora.


 Las salas se encuentran esparcidas por Cans, a las que puedes ir de una a otra en los Chimpibuses (peculiares limusinas de Cans)
 La Parroquia de Cans se vuelca por completo al Festival, cediéndo sus casas para las proyecciones y sus chimpines.
cartel 2014


 En la casa de Bugarín se proyectó el documental de Antonio Vega. Todo muy rústico, eso si.
 En Cans hay alrededor de 400 habitantes donde la vida es prácticamente rural. En los días del festival la parroquia se transforma. Se corta el tráfico, la charanga y la música invaden las calles, se coordinan con el cura el horario de las misas, el pueblo lo vive como una gran fiesta.
 Este año asistió Karra Elejalde a una charla-coloquio que estuvo muy entretenida.
Karra Elejalde con Alfonso Patos


Símbolo oficial que adorna el pueblo
 os dejo el enlace de la página oficial del festival en el que hay toda la información necesaria: Festival de Cans


Chimpibuses

Conciertos en directo



Nosotros repetiremos. Estamos deseando que llegue mayo del 2015 para poder repetir porque es una experiencia que merece mucho la pena





domingo, 27 de julio de 2014

El desfiladero de la ruta del Cares


La ruta del Cares está en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Es una ruta que atraviesa el desfiladero que sigue el río de 12 kilómetros (ida) entre las localidades de Caín (León) y Poncebos (Asturias). Es una de las rutas más espectaculares que se puede hacer en Europa y para mí la más espectacular que he hecho.





Para hacer esta ruta hay que prepararse de agua, calzado cómodo y comida, porque tienes que tener en cuenta que hay que hacerla de ida y vuelta. Puedes volver en un 4x4, que te vale un pastón o en taxi que te vale otro pastón, y además tardas en coche casi lo mismo que andando. En la población de destino, empieces por donde empieces, hay bares y restaurantes en los que puedes hacer un alto y reponer fuerzas para continuar.






Gracias a la ruta del Cares, me inicié en este mundillo del senderismo, que hace que cada ruta que haga me sienta con más ganas de seguir descubriendo rincones allá donde vaya.



Yo le pondría una sola pega, y es que esta ruta parece un peregrinaje de turistas, que la gran mayoría no terminan de hacerla pero que al ser un camino en algunos tramos un tanto estrecho, lo hace un poco más complicado.





Pero lo recomiendo mucho, es una forma de encontrarse a sí mismo. Sólo poder disfrutar de este maravilloso paisaje merece mucho la pena.



Tengo que volver a hacerla, pero hay tantos sitios a los que quiero ir que no sé si me va a dar tiempo. Y en realidad, como la gran mayoría de los sitios a los que voy me gustan, repetirlos no creo que pueda. Pero es una asignatura pendiente. Volver.








          Me llevé a mi madre un poco engañada y conseguimos que hiciera la ruta entera. No sé como pudimos, ya que mi madre no es capaz de andar ni un kilómetro. Es una huella que le ha quedado en su memoria y que nunca olvidará.