La ruta del Cares está en el Parque Nacional de los Picos de Europa. Es una ruta que atraviesa el desfiladero que sigue el río de 12 kilómetros (ida) entre las localidades de Caín (León) y Poncebos (Asturias). Es una de las rutas más espectaculares que se puede hacer en Europa y para mí la más espectacular que he hecho.
Para hacer esta ruta hay que prepararse de agua, calzado cómodo y comida, porque tienes que tener en cuenta que hay que hacerla de ida y vuelta. Puedes volver en un 4x4, que te vale un pastón o en taxi que te vale otro pastón, y además tardas en coche casi lo mismo que andando. En la población de destino, empieces por donde empieces, hay bares y restaurantes en los que puedes hacer un alto y reponer fuerzas para continuar.
Gracias a la ruta del Cares, me inicié en este mundillo del senderismo, que hace que cada ruta que haga me sienta con más ganas de seguir descubriendo rincones allá donde vaya.
Yo le pondría una sola pega, y es que esta ruta parece un peregrinaje de turistas, que la gran mayoría no terminan de hacerla pero que al ser un camino en algunos tramos un tanto estrecho, lo hace un poco más complicado.
Pero lo recomiendo mucho, es una forma de encontrarse a sí mismo. Sólo poder disfrutar de este maravilloso paisaje merece mucho la pena.
Tengo que volver a hacerla, pero hay tantos sitios a los que quiero ir que no sé si me va a dar tiempo. Y en realidad, como la gran mayoría de los sitios a los que voy me gustan, repetirlos no creo que pueda. Pero es una asignatura pendiente. Volver.
Me llevé a mi madre un poco engañada y conseguimos que hiciera la ruta entera. No sé como pudimos, ya que mi madre no es capaz de andar ni un kilómetro. Es una huella que le ha quedado en su memoria y que nunca olvidará.